jueves, 5 de julio de 2012

El Cristo de San Agustín sevillano.

05/07/2012

En estos días alguien me ha pedido que realice esta entrada acerca de la llegada del Cristo de San Agustín a Sevilla y un poco de su historia, así que esto es para todos pero en especial para el solicitante de esta entrada.

La devoción al Cristo de San Agustín de Burgos surge en el siglo XIV con la imagen del Santo Crucifijo que se veneraba en el convento de San Agustín de dicha ciudad. Su culto se fue difundiendo por toda la geografía española y también por América y Filipinas, gracias, sobre todo, al empeño de los agustinos, pero también al de muchos fieles particulares que la llevaron en su maleta.

Hay que tener en cuenta que la denominación de "Cristo de San Agustín" más que a una advocación concreta hacía referencia a un indicación del lugar donde estaba la imagen y recibía culto: "el Crucifijo que está o se venera en el convento de San Agustín". Sabido es que en numerosos conventos agustinos surgieron cofradías dedicadas al culto del Santo Crucifijo y que todas estas imágenes tenían en común la de representar a Jesús muerto en la Cruz.

El Cristo de San Agustín, el de Burgos, adquirió tal fama que se le empezó a conocer como el Cristo de Burgos, convirtiéndose este apelativo ya en una identificación mucho más precisa que la genérica "de San Agustín". En este sentido cabe afirmar que todas las imágenes tituladas "de Burgos" están relacionadas entre sí con el Crucificado que actualmente se venera en Burgos, reflejándose en cierta presencia de rasgos iconográficos comunes. A este grupo pertenece un "Cristo de San Agustín", el de Sevilla, que adquirió notable relevancia, aunque a diferencia del de Burgos no recibió un apelativo más específico.


Foto de Azahar y jazmín.

Santo Cristo de San Agustín. (Sevilla)
En el siglo XIV en torno a 1314 aparece en Sevilla la imagen del Santo Crucifijo de San Agustín, desaparecida a raíz de los acontecimientos de 1936 en el incendio de la parroquia de San Roque.
Era esta imagen una de las más curiosas e interesantes esculturas que hubo en Sevilla al estilo románico del siglo XIV. La cabeza, era muy expresiva; carecía de modelado, muy pobre en el torso. El sudario, era muy grande, y ofrecía pliegues simétricos.
El Santo Crucifijo ostenta sobre su cabeza, en la actualidad nimbo crucífero y aureola metálica circular nimbada en forma de aro, a la manera visigótica, pueseran normales en escultreas de esta época.
En 1810 los monjes agustinos son expulsado del convento en el que habitaban, y es entonces cuando llevan al Santo Crucifijo a la igelsia de San Roque, la cual desde entonces se convertiría en la casa definitiva del mismo.
En 1842 la devoción era tal que D. Diego de Merlo pide permiso a los reyes católicos para construirle un templete con una reproducción en marmol del Señor que era según podemos leer en esa petición "el icono de Cristo más venerado en Sevilla".
Durante el siglo XIX el Cristo procesiona de diversas maneras, en solitario, con la Magdalena, con la Virgen y San Juan. Haciendo estación de penitencia el miércoles santo.
En los ultimos años el Cristo procesiona tan sólo una vez por década, siendo la última ocasión en que procesiona en 1926.
Foto del antiguo Cristo obtenida en la Sevilla que no vemos de D. Julio Domínguez Arjona.
El 18 de Julio de 1936, en medio de la sinrazón incendian San Roque desapareciendo para siempre con sus llamas el Santo Crucifijo de San Agustín. La imagen actual fue tallada por Sánchez Cid el mismo año, en una imposible reposición de lo incalculablemente destruido.
Hablamos por tanto como siempre he dicho del "Primer Cristo de Burgos que llegó a Sevilla" o es que hablamos del otro...
Saludos.
Trompeta-sangre.

2 comentarios:

azahar dijo...

Muchas gracias por esta precisa y preciosa información que dejas de este Cristo al que he empezado a conocer y querer gracias a ti, muy principalmente, muchos besos de tu mami sevillana.

trompeta-sangre dijo...

Mil gracias mami por tu comentario, sabes que tus deseos son ordenes.
Un besazo.