Esta entrada va dedicada a dos personas, al que se queja de que no pongo cosas de Burgos, y a mi nueva prima y gran amiga, la salvaje que más queremos.
Foto realizada por quien esto escribe en la mañana del Jueves Santo, el Señor en Su barrio.
Una mirada hacia el cielo y una pena silente,
los ojos del nazareno en que se presiente muerte
en que se entiende la vida y el amor eternamente,
en la que entiende mi alma Su regalo dulcemente.
Una mirada hacia el cielo y Burgos en su presente
Te busca al atardecer en este último Jueves,
Te sabe a Ti peregrino de sus calles y sus gentes
el dueño de corazones que en chamarileros tienes.
Una mirada hacia el cielo y unos brazos bien fuertes
que abrazan su destino sin miedo y tan dulcemente
para hacer de la cruz misterio de vida y suerte,
y convertir en vida al instrumento de muerte.
Una mirada hacia el cielo que resume el presente,
el pasado y el futuro de la tierra que Te quiere
que Te sabe el Señor, que Te adora en su presente
a Ti Hijo de Dios, a Ti Señor de estos fieles
el Cristo, el poderoso, que con carga cruel vienes
por eso Padre Te grito y Te imploro que Te quedes
porque Tu entrega de amor en Burgos sin Ti no se entiende
vuelve a caminar por Burgos sobre los pies de Tu gente
vuelve otro año Señor, quédate en Burgos por siempre.
Saludos.
Trompeta-sangre.
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